En julio de 2015 visitamos Copenhague, una ciudad que nos encantó por su vida en la calle, sus gentes apacibles, comprometidas con el medio ambiente y con ganas de disfrutar de la luz y del calor de los meses de verano.
En julio los días son larguísimos y los habitantes de Copenhague, y los turistas también, invaden jardines, parques, bares con mesas en la calle, carpas, playas, museos... para comer, tomar el sol, jugar a la ajedrez, leer, bañarse, escuchar un concierto o disfrutar del tiempo en familia. Las bicicletas están omnipresentes y es impactante cómo a la hora de la salida del trabajo, por la tarde, lo llenan todo. En las calles y principales arterias se ven muy pocos coches entre los miles de ciclistas.
Pasamos unos días magníficos.
Para ir a la exposición "Copenhague", pincha aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario