El madroño es un arbol que por esta época se encuentra lleno de sus frutos rojos tan característicos.
Son comestibles y con ellos se puede elaborar una rica mermelada.
Hondarribia es una ciudad costera guipuzcoana, frontera con Francia. El paraje donde se enclava tiene mucho encanto, con la desembocadura del río Bidasoa, la bahía de Txingudi, el monte Jaizkibel y la localidad francesa de Hendaya haciéndole compañía.
Viví en ella dos años, de 1987 a 1989... dos años que me traen muchos recuerdos de personas, historias y lugares casi todos, después del moldeado por el paso del tiempo, buenos.
En julio de 2013 estuvimos en Tallin, con un tiempo extraordinario y unos días que parecía que no se acababan nunca. Realmente las noches no terminaban de ser oscuras y para las 3 de la madrugada ya había un chorro de luz colándose por las ventanas, sin persianas, de nuestro hotel.
Estonia es una de las tres repúblicas Bálticas que se independizaron de la Unión Soviética en 1991. Su población es muy dinámica y después de los largos meses de invierno, frío, lluvia y nieve, viven el verano con una gran intensidad, aprovechando para estar en la calle, en la naturaleza y haciendo acopio de la energía que luego necesitarán para los meses de días cortos y fríos.
De Tallin parten, y llegan ferrys que hacen el trayecto hasta San Petersburgo, notándose en la ciudad, y en los comercios, el turismo ruso.
Como uno de nuestros objetivos del viaje era recorrer las tres repúblicas bálticas, después de Tallin bajamos hasta Pärnu, principal destino turístico de los estonios, con una gran playa y varios balnearios, antes de entrar en Letonia.
Para ir a la exposición "Estonia", pincha aquí.
Esta es la 2ª parte de las exposiciones sobre Fuerteventura. El mes pasado expuse 35 imágenes de esta isla canaria, y en esta muestra se exponen otras 35.
Los paisajes de horizontes infinitos, la soledad, el contraste de la intervención humana y las formas erosionadas de los volcanes de la isla vuelven a estar presentes aquí.
Para ir a la exposición "Fuerteventura II", pincha aquí.
Paisaje en el cabo de Ajo... antes de que Revilla y Okuda se ensañaran con él, previo desembolso de 40.000 € del erario público, claro.
Si naciste para martillo, del cielo te caen los clavos.
(Estrofa del tema "Pedro Navajas", de Rubén Blades)
Para ir a la exposición "Naturaleza II", pincha aquí.
Corría la primavera de 1976 cuando en una tienda de electrodomésticos, al lado del piso de estudiantes donde vivía en Zaragoza, anunciaban en el escaparate las primeras televisiones en color con la oferta de "Pruébela durante 15 días y, si no le convence, la devuelve sin compromiso"... y allí que fuimos con el cuento de que a nuestra abuela le haría mucha ilusión probar esa televisión en color. Les dimos las señas y el nombre del cliente con los datos de "la abuela", que era la propietaria del piso que teníamos alquilado para que no hubiera problemas con el portero de la casa y, al día siguiente, teníamos el cacharro en el cuarto de estar.
Ni que decir tiene que durante esos 15 días nos tragamos hasta la carta de ajuste y nuestra casa se convirtió en hito de peregrinación para amigos y compañeros de facultad.
Después del periodo de prueba, y con consternación por parte del vendedor por la venta fallida, procedieron a retirarnos el aparato y nosotros volvimos a la rutina de las transiciones electrónicas entre los niveles hiperfinos de energía en los átomos, los tejidos histológicos y demás cosillas que había que digerir para aprobar y pasar de curso.
En 1982 vivía en un piso destartalado del casco viejo de Pamplona. Fue una época difícil para mí y una amiga me sorprendió un día regalándome una gatita casi recién nacida.
La llamé Erika en recuerdo de una chica alemana de Frankfurt con la que pasé unos intensos días el verano anterior en Hondarribia, aunque su nombre era otro.
La gatita y yo convivimos de la mejor forma posible y, la verdad, es que me hizo mucha compañía.
Cuando llegó el verano y me iba a ir varias semanas de vacaciones la dejé al cuidado de unos amigos en su casa.
No la volví a ver. Mis amigos me dijeron que se escapó y que ya no la encontraron.
Cuando pienso en ella todavía me sigue acompañando el sentimiento de pérdida y de responsabilidad en ese final.
Decidí que nunca más tendría mascotas o animales de "compañía"... ni siquiera un pez de colores o un gusano de seda.
A comenzado a hacer frío y se esperan las primeras nevadas en los Pirineos. La foto de hoy no está tomada en esa cordillera, sino en la Sierra de Aralar, en el invierno de 1988.
Adjunto la programación de exposiciones del blog para los dos próximos meses.
En la provincia de Almería está un paraje extraordinario del litoral mediterráneo: el Parque Natural de Cabo de Gata.
Rodalquilar, Las Negras, Agua Amarga, Carboneras, Níjar y el propio pueblo de Cabo de Gata, son las poblaciones que se pueden encontrar en este parque. Junto a ellas tenemos un faro precioso, unas salinas pobladas de flamencos, arrecifes en la costa... y un montón de playas y calitas: Los Genoveses, Mónsul, Los Muertos, Carboneras, San Miguel, Rajá, Piedra Galera...
Un paraíso para visitar, mejor en época no turística, y patear con tiempo disfrutando del paisaje, de la flora y de la fauna de este ecosistema singular.
La mayoría de las fotos son de marzo de 2014, aunque también hay alguna de finales de febrero de 2020, justo, justo antes de que nos confinaran por la irrupción de la pandemia.
Para ir a la exposición "Cabo de Gata", pincha aquí.