Visité Lanzarote los últimos días de febrero y primeros de marzo de 2006 y constaté lo distintas que son todas las islas que componen el archipiélago canario, pese a su origen volcánico común.
Me impresionó la cantidad de conos y estructuras volcánicas que están diseminadas por toda la isla, así como la adaptación de los lugareños al territorio y las intervenciones urbanísticas tan cuidadas que han hecho, sobre todo las que tienen la impronta de César Manrique, natural precisamente de Arrecife, la capital de Lanzarote.
César Manrique tiene actuaciones paisajistas y urbanísticas en todas las islas, pero es aquí, en su isla, donde más proyectos desarrolló. Está su casa-museo El Taro de Tahíche, el Mirador del Río, el Jardín de cactus, los Jameos del agua, el horno de Timanfaya...
Lanzarote es una isla que se deja recorrer muy bien, sin grandes desniveles o barrancos tortuosos. Desde Playa Blanca a Órzola, se puede ir pasando sin dificultad por un sin fin de lugares interesantes y de naturaleza vibrante: Costa Papagayo, Playa quemada, Las Breñas, Yaiza, Parque Nacional de Timanfaya, La Geria, Arrecife, Costa Teguise, Tahiche, Arrieta, el Mirador del Río, La Graciosa, Famara, Salinas de Janubio... De todos estos lugares, y alguno más, hay fotos en la exposición de hoy.
Habrá otra exposición el 20 de agosto, fuera de la programación ordinaria, con fotografías de Lanzarote realizadas a finales de junio del presente año.
Para ir a la exposición "Lanzarote I", pincha aquí.
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