La foto es de la luna llena de finales de junio que nos pilló por Lanzarote, en una noche bastante despejada.
Me gusta mucho la paz y tranquilidad que transmite esa llanura repleta de roca volcánica, sin vegetación, con los conos montañosos que la escupieron hace centenares de años al fondo y, en el cielo, mostrando todo su poderío, una Luna llena. Al natural se veía más amarillenta, pero la cámara la ha captado así, pálida y altiva.
El título de esta entrada tiene que ver con que hoy una buena amiga ha sacado plaza en las oposiciones a las que se presentaba. ¡Bien hecho, Ana, te lo merecías!
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